jueves, 28 de marzo de 2013

¡Ayayay ¿Por qué me duele tanto?!


El dolor
Artículo resumido del original escrito por Bruno Sánchez Quiroga*






Ya que semana santa ha llegado, cabe hacernos una pregunta. ¿Y a los cucuruchos, no les duele azotarse tanto?

El propósito del dolor es llamar la atención sobre algo que no funciona correctamente en el organismo. Sin embargo si no se le toma en cuenta, no queda otro remedio que aguantar a que pase o persiste después de habernos alertado, buscamos la manera de ponerle fin.

Vinicio Granados es un experto en la materia. Según él “El dolor es una de las manifestaciones más desesperantes; se trata de un sistema complejo en el que participan muchas proteínas. Lo que sí puede afirmarse es que se trata de un sistema que sirve al organismo para sobrevivir. Es supervivencia pura”.

Las investigaciones de Granados en el Departamento de Farmacología y Toxicología del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV), se enfocan especialmente en la analgesia, es decir, el alivio del dolor.



Afirma que se han hecho hallazgos importantes pero aun es necesario investigar más. Por ejemplo se ha descubierto que no existen fármacos que alivien por completo el dolor neuropático. Este es un dolor que no permite dormir o caminar a quiénes lo padecen, pues llega a tal punto que puede ser producido por el viento o las moscas, las sábanas y hasta los calcetines y sobre el que la morfina o la aspirina no surten ningún efecto. Se debe indagar más sobre el dolor neuropático, para encontrar qué mecanismos lo generan y así poder bloquearlo efectivamente.

Los resultados de sus investigaciones apuntan a la participación de los canales de potasio, pues se cree que son los que manejan la excitabilidad de la neurona y que si pudieran llegar a abrirlos la célula se mantendría en un estado en el que no respondería a estímulos dolorosos, y quizá así, se aliviaría el dolor.

Actualmente se trabaja en la búsqueda de efectos que puedan abrir los canales de potasio, no solo en el sitio donde duele, sino en la médula espinal, donde se modifica el control de la información del dolor. El objetivo es bloquear el dolor en donde se encuentra y también en donde se interpreta.

Otra investigación busca comprobar la efectividad de la combinación de analgésicos. Granados explica que cuando buscamos aliviar el dolor en un hospital no nos dan un analgésico sino una mezcla de ellos pero que no existe un fundamento científico que avale esta práctica. Para esto primero se experimenta  con animales y si funciona se piensa aplicarlo en humanos. Se han documentado de combinaciones exitosas como la morfina con la motigina. Combinadas en pequeñas dosis, lo que ayudaría a reducir sus efectos adversos, actúan eficazmente sobre el dolor neuropático. Sin embargo, bloquearlo completamente aún no es posible.

Pero, ¿hay quienes toleran más el dolor? El doctor Granados explica que el umbral es una cuestión fisiológica, pero que también tiene un componente emocional que depende del ámbito cultural y social de la gente y de sus experiencias previas con el dolor. Pero además se habla de diferencias entre géneros. Se dice que las mujeres soportan el dolor más que los hombres, a pesar de estar diseñados para resistir por igual. Frecuentemente las mujeres afirman que los hombres no soportarían el dolor de parto, y efectivamente así sería debido a que el cuerpo de ellas cuenta con un mecanismo de defensa contra ese dolor. Cuando se abren los tejidos durante el parto, en las membranas de las neuronas hay una gran cantidad de receptores opioides que perciben el dolor y al mismo tiempo, al desgarrarse, se liberan opioides endógenos. En resumen, las mujeres fabrican su propio analgésico.

Puede que el día en que el dolor abandone la vida de los seres humanos esté todavía lejos, pero no deja de ser una idea maravillosa y digna de luchar por ella.

Renato Picerno
Comunicación
   Museo Interactivo de Ciencia
Fuente:
http://www.uv.mx/cienciahombre/revistae/vol18num1/articulos/dolor/index.htm

viernes, 22 de marzo de 2013

¡EL AGUA NUNCA DEJARÁ DE SORPRENDERNOS!


El agua es noticia para los astrónomos. Hace poco se anunció la noticia del descubrimiento de una “burbuja” de agua emitida por una estrella joven ubicada a más de dos mil años luz de la Tierra. En realidad, más que de una burbuja se trata de una ráfaga de moléculas de agua emitida hacia el espacio en forma curiosamente esférica.



Aparte del hecho de que los modelos que los astrónomos tienen del comportamiento de este tipo de estrellas no permiten explicar cómo la estrella podría haber emitido esta “burbuja” esférica, llaman la atención dos cosas: uno, que haya agua en el espacio, emitida por una estrella, y dos, que la presencia de agua sea tan importante para los astrónomos.
En realidad, se sabe desde hace mucho que es común encontrar agua tanto en los cuerpos celestes (planetas, asteroides, cometas) como en el espacio interestelar. Como el hidrógeno es el elemento más abundante en el Universo y el oxígeno es bastante común, es fácil que se forme H2O. De hecho, muchos planetas contienen cantidades apreciables de agua.

¿Entonces por qué se emocionan tanto los astrónomos cuando surge la posibilidad de que haya agua en Marte o en la Luna? La respuesta se encuentra en las propiedades químicas de esta molécula. Hasta ahora todas las formas de vida que conocemos están formadas por moléculas basadas en carbono disueltas en agua. Se piensa que sólo en un medio acuoso pueden darse las condiciones para que las moléculas de la vida se formen e interactúen para reproducirse y evolucionar. De modo que, hasta donde sabemos, no puede haber vida sin agua.

¿Y de dónde viene el agua que puede encontrarse en algunos planetas, y que permitió la aparición y desarrollo de la vida en el nuestro? No se sabe a ciencia cierta, pero hay varias posibilidades: una es que el agua haya caído en forma de cometas, formados básicamente por hielo. Otra es que el agua haya formado parte del material original a partir del cual se condensó la Tierra. El descubrimiento de la “burbuja” espacial abre nuevas posibilidades acerca de la forma en que esta sustancia vital puede ser impulsada a través del espacio interestelar. Pero recordemos que la simple presencia de agua en un sitio no quiere decir que ahí haya necesariamente vida.
Para seguir descubriendo, les dejamos dos impresionantes comportamientos del agua en situaciones “extremas”:

Gotas de agua en el espacio:

Agua resonante:

Fuente:
Martín Bonfil Olivera
Sección Ojo de mosca, revista de divulgación científica de la UNAM ¿cómo ves?

¿LOS HIPOPÓTAMOS SUDAN SANGRE?


Artículo traducido del original publicado por Mihai Andrei el 8 de marzo de 2013 




Desde la antigua Grecia, la gente estaba desconcertada por el hecho de que, al parecer, los hipopótamos sudaban sangre; esta creencia se propagó por más de un milenio.

Ahora, sabemos que la sustancia roja y espesa que exuda de las glándulas por toda su piel es una de las técnicas más ingeniosas de supervivencia que tiene el hipopótamo. El asunto es que los hipopótamos son animales muy dependientes de la rutina: pasan la mayor parte de la noche comiendo tanto como puedan, y cuando amanece se retiran a descansar en el agua y pasan sus días descansando y haciendo digestión. Por supuesto, cuando quieres tu día de descanso para relajarte y hacer digestión, el sol es un gran enemigo, por tanto necesitas algún tipo de protección para los rayos ultravioleta. Pero algo como el pelaje no es la mejor opción cuando pasas mucho tiempo en el agua, por lo que los hipopótamos cuentan con algo más: una secreción anti-ultravioleta, la cual es incolora al principio, luego roja, y finalmente de color marrón conforme el pigmento se polimeriza.

Hay dos pigmentos diferentes que actúan como filtro solar, pero uno de ellos en realidad es un antibiótico muy eficaz. En concentraciones incluso inferiores a las que se encuentran en la piel del hipopótamo, puede inhibir el crecimiento de dos tipos de bacterias patógenas –esto es particularmente bueno, ya que los hipopótamos luchan y a menudo se causan algunas heridas que los hacen propensos a las infecciones.

Renato Picerno
Comunicación
Museo Interactivo de Ciencia